Instagram apuesta por dar protagonismo a la originalidad y calidad de los posts de usuarios. Los likes se quedan atrás y los influencers tendrán que activar nuevas estrategias.

En los últimos años hemos sido testigos del crecimiento global acelerado de los influencers en Instagram, se han convertido en creadores de contenido que concentran suficiente poder de ventas como para atraer la atención de grandes marcas dispuestas a invertir en posts patrocinados.

Sin embargo, la realidad de los seguidores falsos siempre ha rondado a estos influenciadores, por ello Instagram prometió que antes de finalizar 2018 realizaría una importante limpieza para eliminar todos los vicios que ya se estaban generalizando. Este objetivo aún se encuentra en su primera fase y habrá que esperar a que se publiquen las cifras oficiales.

Pero estos recientes cambios que la plataforma comenzó a probar en varios países, entre ellos, y quizá el mas importante, la eliminación de los “Me gusta” en las publicaciones, se abrió una ventana de análisis sobre las modificaciones que pueda implicar en el papel de los influencers.

Pero vamos por partes. Recordemos que un influencer es un personaje que tiene el poder de generar impacto entre sus seguidores o en alguna comunidad, no solo convocar a la compra de un producto o servicio; también difunde ideologías y hábitos. No es lo mismo ser un personaje popular que tener influencia en los seguidores, y eso tiene un valor muy apreciado en nuestros días, y nuestro país no se queda atrás en esa tendencia.

El negocio del marketing de influencias está en crecimiento en México y los grandes corporativos cada vez invierten una mayor cantidad de recursos en estrategias de difusión con personas claves en distintos sectores”, anunció la empresa española SamyRoad, según cita el periódico El Universal este inicio de mes de septiembre de 2019.

Los expertos indican que es complicado cuantificar los ingresos promedio de los influencers .Hay campañas de hasta 10 millones, no hay un precio definido, algunas personas trabajan por intercambios, a otros les gusta el producto y lo hacen de manera gratuita, hay gente que gana millones de pesos, pero depende de la marca”, según señala Marta Nicolás cofundadora de SamyRoad. Por otra parte según estimaciones de MediaKix, la industria de los influencers ya llegó a los 500 millones de dólares, y se espera que pase de los 10 mil millones en 2020. El atractivo de lo que llaman la “instafama” y fortuna, es que con muy pocos requerimientos de infraestructura se puede lograr gran impacto en la audiencia.

Un aspecto que ayuda a medir su impacto es la clasificación por categorías, según el número de seguidores; es la manera más simple para diferenciarlos.

Con todos los recientes cambios ya no se pagará por “likes” sino por la calidad de sus contenidos y de seguidores, lo que busca la industria es un camino más auténtico, con más credibilidad, autoridad y legitimidad. El asunto de que los “likes” son comprados quedará en el olvido con estas nuevas medidas. Lo ideal sería que no se pagaran cantidades exorbitantes por posteos o tuits, al menos, no por parte de agencias publicitarias; sino que se desarrollen estrategias para lograr objetivos medibles.

Los datos:

A pesar de los puntos negativos, un 84% de los anunciantes cree en la efectividad de la comunicación con influencers, según un estudio de SocialPubli.com. El análisis marca que las empresas buscan a influencers para lo siguiente:

En conclusión, la nueva forma en que se manejará Instagram obligará a modificar las estrategias de comunicación de las marcas. Lo importante será adaptarse para seguir creciendo.

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